Rafael Chacón nos enseña su “Herida de Luz”

La exposición del artista Rafael Chacón en La Casa Amarilla de Málaga, “Herida de Luz”, título que responde a la salud de su creador; a veces delicada, siempre molesta, como un obstáculo al que tiene que hacer frente y vencer día a día y continuamente, está compuesta por piezas cerámicas, y grabados realizados en la galería Gravura. Gira en torno a temas como la salud, el dolor y la resiliencia con que uno gestiona esas situaciones, ya sea convirtiendo el dolor en algo positivo, lumínico, esperanzador y vivaz, o enmascarándolo tras las expectativas sociales y las propias responsabilidades que no admiten la flaqueza y la debilidad.

La obra, por tanto, habla sobre la supervivencia, la adaptación en sociedad de los individuos y la necesidad perentoria de usar la máscara en lo cotidiano para sobrevivir al medio. La creación individual de nuestra máscara como escudo protector se convierte en una forma para encajar con el medio, para conectar con los demás y adoptar sus lenguajes, sus costumbres y su vestimenta. Con la máscara nos disfrazamos, nos vestimos metafóricamente.

La exposición trata sobre el ego, y sobre la relación con la propia imagen. El Eros y el Thanatos, lo que produce placer y concede muerte permite el renacimiento diario al portar la máscara, pues las pequeñas pérdidas y adquisiciones nos cambian y traumatizan. Por tanto, el entorno y las experiencias personales ante la maleabilidad del ser evidencian la necesidad de saber adaptarnos, de la resiliencia, del trauma y la superviviencia ante las expectativas, el estrés y las exigencias actuales.

Como la máscara del héroe, todos somos protagonistas de nuestra historia y completamos un ciclo de aventura y resurrección, donde regresamos renovados, diferentes, nuevos. A veces mejor, triunfantes; y otras, dañados, dolidos, pero siempre más experimentados.

Con esta exposición se ha querido contar, narrar historias, cristalizar escenarios en objetos inertes llenos de movimiento, vida y situaciones. La muestra es onírica, surrealista a veces. Se nutre de la ensoñación, de la maleabilidad de la imaginación, de la plasticidad del juego, de la misma elasticidad que ofrece el barro como elemento creativo. Son objetos cercanos pero forjados por un prisma personalísimo, aunque de común denominador. Es una invitación al espectador a entrar en el mundo de los sueños, en el reino de Hipnos y en el escenario donde cohabita lo personal y la expectativa del otro.

“Herida de Luz” podrá visitarse en La Casa Amarilla de Málaga, C/ Santos, 7,  entre el 2 y el 27 de noviembre.