Con este nuevo proyecto, el artista denuncia, con una mirada ácida, como la avaricia colectiva ha convertido a nuestras ciudades en lugares cada vez más difíciles de habitar.
Marc
Montijano vuelve a poner el foco en uno de los problemas más graves y urgentes
de la sociedad española: la vivienda. Una década después de Proyecto 47,
una serie de acciones con las que documentó la burbuja inmobiliaria, Montijano
presenta Ciudad caníbal, una propuesta artística que va mucho más allá
de la simple denuncia: es un retrato descarnado de la avaricia colectiva y la
degradación moral que alimentan la crisis habitacional actual.
La
mirada en 2025 ha cambiado totalmente, la vivienda ya no es un derecho, como
recoge el artículo 47 de la Constitución, sino un simple objeto de
especulación. No se trata solo de señalar a grandes fondos de inversión,
promotores inmobiliarios o políticos ineficaces, la herida es más profunda. La
gente se ha vuelto codiciosa, atrapada por el deseo de obtener siempre más, sin
reparar en las consecuencias de su egoísmo. Esa lógica depredadora ha
contaminado incluso a quienes antes se consideraban humildes. Los vecinos
explotan a sus propios vecinos, la avaricia se ha normalizado como un derecho y
una aspiración. Lo que antes era un freno moral se ha quebrado: la ciudad se
canibaliza.
Ciudad
caníbal
es un retrato de la degradación moral en la que vivimos,
como indica Marc Montijano: “Ahora todos queremos nuestra parte del pastel.
Todos somos víctimas y verdugos en este grotesco juego. Ya no basta con señalar
a los poderosos, los culpables somos también nosotros. Nuestros padres,
nuestros hermanos, nuestros vecinos, nosotros mismos. Nuestra avaricia. Claro
que hay fondos de inversión especulando y políticos corruptos poniendo la mano,
pero la acusación es más incómoda y directa: la especulación se ha normalizado
en la vida cotidiana. Vecinos que alquilan pisos a precios abusivos en un
barrio de trabajadores, sin el menor cargo de conciencia; locales humildes
reconvertidos de la noche a la mañana en apartamentos turísticos o minúsculos
pisos de alquiler; inhumanos sótanos interiores, que antes servían como almacén
de trastos, ofertados como ‘acogedores estudios’ por precios desorbitados. La
sociedad descarga infantilmente la culpa en los gobernantes, pero, en
demasiadas ocasiones, el mal lo hacemos nosotros, sin coacción. Ciudad caníbal
retrata la sociedad egoísta e irresponsable en la que nos hemos convertido,
documenta artísticamente una realidad que nos debería avergonzar”.
Como
nos muestra Montijano en este trabajo, la verdadera tragedia no es solo el
precio de la vivienda, sino la pérdida de empatía y solidaridad que convierte a
los vecinos en explotadores/depredadores de sus propios vecinos. Ciudades
que se devoran a sí mismas por la avaricia.
El
artista ha iniciado el proyecto en Málaga, una de las ciudades más tensionadas
urbanísticamente, y tiene previstas acciones en Madrid, Barcelona, San
Sebastián y Valencia entre otras.
