La exposición 'El bestiario de Picasso' hasta el 7 de octubre en la Fundación Picasso

Entre 1891-1895, con el perro "Clipper" en A Coruña, y 1973, con el dálmata "Perro" y el afgano "Kaboul" en Mougins, Picasso recorrió un dilatado arco de animales de compañía que fueron testigos de los aconteceres artísticos y privados del pintor. Perros, gatos, palomas, monos, peces, loros, lechuzas o cabras convivieron en su entorno y se convirtieron, en más de una ocasión, en modelos y recreación de su iconografía. Brassaï, quien conoció bien al artista, dijo en cierta ocasión: «Picasso, que puede amar o aborrecer a los hombres, adora a todos los animales, tan indispensables a su lado como una presencia femenina». En el mismo sentido, Françoise Gilot sentenció que «generalmente los bichos estaban exentos de las sospechas con que miraba a sus amigos».

No solo los animales caseros sucumbieron a la tentación de la mano creativa del malagueño. También su pasión por el circo o por los toros lo llevó a inmortalizar a los animales protagonistas de estos actos festivos, animales que luego Picasso, ya en su casa, hacía revivir nuevamente en su imaginación y atrapaba con el lápiz, con el óleo, con el barro o con el buril. También, gracias a editores como Martin Fabiani, Picasso se explayó con ilustraciones únicamente dedicadas al tema animal, como sucedió con la Histoire Naturelle (1942), del conde de Buffon, por donde pasaron desde ciervos y lobos hasta lagartos, buitres, gallinas y ranas.

La muestra El bestiario de Picasso nos descubre a los mismos animales en contextos bien diferentes, a la vez que recorre las distintas técnicas que Picasso utilizó entre 1905-1968 para reflejar su belleza. Para ello, hemos puesto a la vista del visitante el amplio abanico de los fondos de la Casa Natal: libros ilustrados, ediciones de bibliófilo, cerámicas, fotografías, dibujos originales y obra gráfica que condensan toda una fauna y a la vez toda la preocupación de un hombre que intentó acaparar con su creatividad las técnicas y los modelos más dispares.

El elenco de especies representadas en esta exposición es variado. Entre las piezas más destacadas está El bogavante (1949), un animal recurrente en la iconografía surrealista y que Picasso interpreta con un juego de volúmenes, rayas y puntos gruesos. El insecto (Hoja e insecto, 1949) aparece en la obra de Picasso para ilustrar el libro Corps perdu (Cuerpo perdido), del poeta, dramaturgo y escritor, Aimé Césaire. El artista recurrió a la belleza de lo aparentemente simple de una línea o trazo, fundiendo elementos femeninos con animales y plantas.

La vida cotidiana es otro de los temas representados en la obra de Picasso. En la pieza Lechuza en una silla con fondo ocre (1947) capta un momento que surge de una manera espontánea. Este animal fue un regalo para el artista que lo acompañó durante varios años. En esta ocasión, plasmó su figura sobre una silla del taller.

Sin duda, el toro (Toro y caballo en la arena, 1929) ocupa un lugar destacado en la obra de Picasso. Junto con la paloma, es uno de los símbolos más representativos de su trabajo. El toro es la imagen de la masculinidad, la lucha, el poderío, pero sobre todo, el regreso del artista a sus raíces españolas, andaluzas y malagueñas. Las raíces de Picasso también están detrás de las piezas como Gran pez (1956). La alegría del Mediterráneo, el movimiento del mar, su infancia y la gastronomía de España están representados en estas obras.

El halcón (1907) es una de las piezas más llamativas de la exposición. Este animal pertenece a uno de los cuadernos preparatorios del conocido lienzo Las señoritas de Avinyó. El color rojo destaca la figura del animal sobre las tintas negras, pero lo más curioso es que Picasso logra hacer de un único trazo, sin levantar el lápiz, la figura de una animal completamente reconocible. El original de este dibujo formará parte de una exposición que acogerá el Museo Pushkin de Bellas Artes de Moscú entre agosto y diciembre de este año.

Por último, otra de las figuras representadas en la exposición es el caballo (Caballero y caballero, 1952). Condicionado por el periodo bélico que el propio Picasso vivió, el artista interpretó la aportación a la historia de este animal, representándolo casi siempre en el momento de la lucha.

El bestiario de Picasso
7 de junio - 7 de octubre de 2018
Sala de exposiciones de la Fundación Picasso. Museo Casa Natal
Comisario: Rafael Inglada
Plaza de la Merced, 13
Tel. 952 217 626
Horario: de lunes a domingo de 9:30 a 20:00 h
Entrada a la exposición, con audioguías: 3 euros
Entrada combinada con Museo Casa Natal y exposición en planta baja de la Plaza de la Merced, n. 15 + audioguías: 4 euros